Tiene decididos cuatro descarte a los que se podrían añadir Garay Kaká e incluso Callejón.
El libro blanco de Mourinho cuatro con una cifra de veintitrés futbolistas en una plantilla de los que todo son guardametas y veinte son jugadores de campo que luchan, dos contra dos, por cada uno de los diez puestos.
Pero el entrenador no permite que sus hombres se conformen con ganarle la partida a su rival directo por la posición para ser titulares. No quiere que Sergio Ramos, por ejemplo, compita solamente con Arbeloa por el lateral derecho.
La mera mención de estos dos internacionales explica su objetivo. Elige únicamente profesionales polivalentes que puedan realizar dos o tres misiones diferentes en sus sistemas.
Ramos es lateral y central, de manera que luchará también con Pepe, Carvalho, Varane y Albiol. Arbeloa funciona en las dos bandas, por lo que se convierte en el adversario interno de Marcelo, que a su vez puede transformarseen interior izquierdo.
Tiene que decidir el futuro de siete jugadores. Cuatro de ellos ya saben que el luso no cuenta con ellos: Drenthe, Gago, Pedro León y Canales.
Otros dos dependen de la bondad de las ofertas: Garay y kaká. El septimo, Callejón, será observado durante la pretemporada.
Mourinho determinará si se queda o si la posible llegada de otras dos contraciones le cerrará puertas y le conviene una cesión.
El preparador regresa mañana Madrid para acelerar la ejecución de los descartes, El día 11 no quiere volar a la concentración de los Ángeles con exceso "equipaje".
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