El fichaje del galés se está convirtiendo en una misión casi imposible.
Y el portugués no sólo no renueva sino que proclama su amor al ManUnited
Manel Bruña | Madrid 05/07/2013 08:44
A diez días de iniciar su pretemporada, el próximo 15 de julio, el Real Madrid sigue sin cerrar ninguno de los temas 'grandes' que Florentino Pérez tiene sobre la mesa.
Al margen de la contratación, obligada, de un nuevo técnico en sustitución de José Mourinho, que se demoró más allá de un mes para desesperación del madridismo, el cuadro blanco sigue con temas pendientes de tal calibre como la contratación de un crack de talla mundial y la renovación de su gran estrella.
Estamos hablando de Gareth Bale y Cristiano Ronaldo. El galés es el gran objetivo del Real Madrid para la próxima temporada. Pero a medida que pasan los días parece muy claro que o desembolsa una insultante cantidad de dinero por hacerse con sus servicios o se quedará con las ganas.
Más difícil todavía
En las últimas horas se han sucedido diversos hechos que aproximan a Bale al terreno de los imposibles. El primero, el anuncio por parte de fuentes del Tottenham Hotspur de una posible renovación de Bale por tres temporadas más, que conllevaría un notable aumento de los emolumentos del jugador.
Si esta posibilidad se concretara, conqusitarlo para que cambiara el blanco de los 'spurs' por el de los merengues resultaría más difícil todavía.
Por otro lado, Daniel Levy, presidente del club londinense, habría sido tajante en su respuesta al Real Madrid cuando emisarios blancos le trasladaron su interés por Bale: "No os lo llevaréis ni por 150 millones de euros", habría sido su respuesta, según Punto Pelota. Así las cosas, los 80 'kilos' que Florentino Pérez parecía dispuesto a poner sobre la mesa alcanzarían para poco más que para la mitad del internacional galés.
No es, el 'caso Bale', la única piedra en el zapato del madridismo. La otra, que duele tanto o más que la primera, se llama Cristiano Ronaldo. El club, pese a las promesas preelectorales de Florentino Pérez, sigue sin cerrar su renovación. Y esto genera un profundo malestar en el madridismo, acentuado por las recientes declaraciones del portugués desde Singapur.
Amor incondicional
Ronaldo no dudó, tal como hiciera en su día José Mourinho, a la hora de proclamar su amor incondicional al Manchester United, su anterior club. "Todo el mundo sabe que mi corazón está en el ManUnited. Lo echo de menos, como el fútbol inglés", dijo el crack madridista antes de, tal vez alertado de la dimensión de esas palabras, añadir que se encuentra muy a gusto en el Real Madrid.
Lo cierto es que su renovación sigue en punto muerto, que nadie mueve ficha y que, según algunas versiones, Ronaldo no acaba de creerse que el club quiera renovarle de verad.
Ante la inacción que observa desde la parte institucional está empezando a creerse que todas aquellas palabras de Florentino no eran más que burdas promesas para asegurarse, llegado el caso (que no llegó, por la falta de una alternativa), el voto de los socios.
Asegurada su reelección, Pérez ya no tendría necesidad de seguir trabajando para la renovación de CR7. Y mientras, el Madrid va camino de quedarse sin Bale... y quién sabe si sin CR7.
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