El galés no quiere volver a jugar con los ‘Spurs’ y se lo reitera a Villas-Boas: “Míster, me quiero ir”
Gareth Bale acudió ayer por la mañana a la Ciudad Deportiva de Einfeld, lugar de entrenamiento del Tottenham, como uno más de la plantilla. Se vistió de corto y realizó diferentes ejercicios. El galés, que sufre unas molestias en el glúteo que le han impedido jugar los últimos partidos de pretemporada, no confirmó si se siente en condiciones de participar en el siguiente encuentro, este sábado en el estadio Louis II contra el Mónaco.
El entrenamiento fue a puerta cerrada y de lo que sucedió allí dentro ha trascendido una conversación que mantuvo el entrenador André Villas-Boas con Bale. “Míster, me quiero ir”, le dijo el galés al técnico, según informaron las emisoras Talk Sports y Sky Sports.
Cumplir la promesa
Se puede interpretar como otro paso más en su intento por salir del Tottenham y fichar por el Real Madrid. Gareth Bale ya se lo ha comunicado al presidente del club, Daniel Levy. No sólo lo ha hecho él. También lo han transmitido su representante Jonathan Barnett y sus padres, según The Sun. El jugador se agarra a la promesa que le hizo Levy de dejarle marchar si el equipo no se clasificaba para la Champions y llegaba una oferta importante.
Se puede interpretar como otro paso más en su intento por salir del Tottenham y fichar por el Real Madrid. Gareth Bale ya se lo ha comunicado al presidente del club, Daniel Levy. No sólo lo ha hecho él. También lo han transmitido su representante Jonathan Barnett y sus padres, según The Sun. El jugador se agarra a la promesa que le hizo Levy de dejarle marchar si el equipo no se clasificaba para la Champions y llegaba una oferta importante.
La cantidad que ha presentado el Real Madrid asciende hasta los 85 millones de libras (98,5 millones de euros). Levy, que se resiste a vender a su jugador, puede estar alargando la negociación para subir el precio.
En este escenario ha dado el paso el jugador. Bale se plantó en Hong Kong y está poniendo de su parte para que se agilice su deseado traspaso. El Tottenham regresó a Londres el lunes, después de su estancia en Hong Kong, y la plantilla tuvo dos días de descanso. Ayer fue otro de esos días claves en el desenlace de esta operación. Había que comprobar cómo llegaba el galés al entrenamiento, con qué cara, actitud y ganas.
Lo hizo sólo. Conduciendo su coche de alta gama Mercedes y con la mirada perdida. No es el Gareth Bale sonriente, extrovertido y bromista que conocen sus compañeros y los aficionados. En Hong Kong ya se empezó a mostrar distante y a evidenciar una cara de enfado y preocupación.
No juega con los Spurs desde el 16 de julio, en el partido que enfrentó a su equipo contra el Swindon Town. En tierras asiáticas alegó unas molestias musculares para no participar en los siguientes partidos. Esos dolores, según el jugador, se localizan en el glúteo. Para el club inglés no deja de ser una lesión misteriosa.
Hoy, partido de ensayo
André Villas-Boas ha organizado en el día de hoy un partido de entrenamiento, que también será a puerta cerrada, para seguir con la planificación de la pretemporada. La primera plantilla se enfrentará a un rival de menor categoría. El club no ha facilitado el nombre del equipo.
André Villas-Boas ha organizado en el día de hoy un partido de entrenamiento, que también será a puerta cerrada, para seguir con la planificación de la pretemporada. La primera plantilla se enfrentará a un rival de menor categoría. El club no ha facilitado el nombre del equipo.
Es otra oportunidad para saber si Bale estará hoy en ese partido. Todo indica que no participará y que trabajará al margen. Su postura de presión no tiene nada que ver con la que adoptó Luka Modric. El croata se negó a viajar el verano pasado a la gira estadounidense. Bale viaja, pero no juega. Trata de mantener la normalidad.
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