El Granada está sufriendo un auténtico calvario esta temporada en las acciones de estrategia. Es el equipo de Primera que más goles encaja a balón parado. Ante el Atlético recibió otros dos. En total son 13 los que han llegado así, seis en remates de córner y siete de faltas. Esto supone que recibe un gol a través de esas acciones cada dos partidos, lo que es un verdadero lastre. Es un mal que ya se instaló en la época de Anquela y que no se ha remediado después con Lucas Alcaraz.
Durante las sesiones de entrenamiento se hace especial hincapié en trabajar tanto la forma de defender como de atacar los remates de falta y córner, pero el caso es que después se vuelven a cometer errores parecidos. Además, a diferencia de la temporada pasada, el Granada apenas ha conseguido goles de estrategia. Sólo lleva dos marcados mediante este tipo de acciones. En el curso pasado, los centrales lograron anotar en alguna ocasión, como es el caso de Íñigo López, que acabó con cuatro tantos en acciones a balón parado.
Es, sin duda, uno de los puntos débiles del equipo y esta semana se volverá a trabajar en esa parcela con la intención de buscar una mejora necesaria. Son ya demasiados goles los que se han recibido así. De hecho, se han encajado cinco tantos a balón parado en las tres últimas jornadas. Lucas Alcaraz tendrá que volver a insistir en la forma de defender ese tipo de acciones para evitar que se repita tan a menudo. Está costando demasiados puntos.
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