Buena parte del público se rinde al manchego en su partido 80. Con la selección. Volvió loco a los de Deschamps y Lloris un paradón único disparo.
Desde ayer, Andres Inesta puede añadir a su particular colección de ovaciones la que le tributó anoche a la gente en Saint Denis. Cuando Del Bosque decidió al manchego por Juan Mata en el tiempo añadido, una buena parte del publico francés entendió que había que dar las gracias por el lujo que supone disfrutar de su juego directo.
El azulgrana ofreció una buena muestra de su excelso repertorio como aquel pase dio pie a la primera gran ocasión de España que xavi mando arriba por muy poco.
Pero fue en la fase final del choque cuando el manchego volvió locos a sus rivales, deleitando al público con alguna de sus famosas croquetas. Fue tan superior que la mayoría de las veces ni siquiera podían hacerle falta. Solo recibió dos.
Su único remate fue un toque sutil en él área al que Lloris respondió con un paradón enviando el balón a corner. No pudo poner así la guinda a su partido número 80, con la camiseta de la selección.
Tras la ducha, el manchego lanzó una reflexión sobre el ambiente vivido estos días, en especial tras el tropiezo de El molinón. "En cierto modo es normal que haya críticas porque tienes tanto éxito. Cuando alcanzas las excelencia, como suelo decirse, siempre existe riesgo de generar ciertos comentarios. El empate con Filandia nos dolió. Pero nosotros, dentro del equipo, solo pensábamos en ganar" afirmo en Telecinco.-
Desde ayer, Andres Inesta puede añadir a su particular colección de ovaciones la que le tributó anoche a la gente en Saint Denis. Cuando Del Bosque decidió al manchego por Juan Mata en el tiempo añadido, una buena parte del publico francés entendió que había que dar las gracias por el lujo que supone disfrutar de su juego directo.
El azulgrana ofreció una buena muestra de su excelso repertorio como aquel pase dio pie a la primera gran ocasión de España que xavi mando arriba por muy poco.
Pero fue en la fase final del choque cuando el manchego volvió locos a sus rivales, deleitando al público con alguna de sus famosas croquetas. Fue tan superior que la mayoría de las veces ni siquiera podían hacerle falta. Solo recibió dos.
Su único remate fue un toque sutil en él área al que Lloris respondió con un paradón enviando el balón a corner. No pudo poner así la guinda a su partido número 80, con la camiseta de la selección.
Tras la ducha, el manchego lanzó una reflexión sobre el ambiente vivido estos días, en especial tras el tropiezo de El molinón. "En cierto modo es normal que haya críticas porque tienes tanto éxito. Cuando alcanzas las excelencia, como suelo decirse, siempre existe riesgo de generar ciertos comentarios. El empate con Filandia nos dolió. Pero nosotros, dentro del equipo, solo pensábamos en ganar" afirmo en Telecinco.-
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