Ninguno llevó bien los aplausos y pitos que el público les dedicó. (Vídeo: La Sexta)
Iker Casillas y Diego López no disfrutaron como hubiesen deseado del homenaje a Raúl. Ambos se convirtieron contra su voluntad en protagonistas del Trofeo Santiago Bernabéu y ninguno llevó bien los aplausos y pitos que una parte del público les dedicó tras cada intervención.
Incapaces de aislarse, ambos vivieron como un suplicio el partido ante el Al Sadd. No solo la parte que disputó cada uno, sino también cuando a su compañero le tocaba someterse al juicio de la afición, algo que sucedió constantemente. Desde que Casillas entregó el brazalete a Raúl hasta la última intervención de Diego López.
Los aplausos reconfortaban, pero los silbidos minoritarios dedicados a uno y otro también se hicieron notar. Un hecho que también molestó al resto de la plantilla, según informó La Sexta, que no entiende esta reacción de la afición en un día que se presuponía festivo.
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